Durante este 2022, como venía siendo tendencia en los ejercicios anteriores, el análisis de datos viene ocupando posiciones cada vez más estratégicas, con énfasis en aquellos ámbitos puestos en primera línea por la inestable coyuntura internacional. En las nuevas culturas corporativas y administraciones ganan terreno varias tesis: el valor extraído de los datos debe servir para optimizar procesos y hacerlos sostenibles, por ejemplo, creando y mejorando las cadenas de suministro.

Probablemente, en el análisis de datos veamos uno de los campos profesionales más dinámicos de cuantos existen. La propia imagen de lo que entendemos por transformación digital ha venido reflejando de maneras siempre cambiantes los momentos por los que transita la sociedad global. El importante crecimiento del Big Data y el Data Science en los últimos años vio cómo surgían exigencias nuevas desprendidas de la pandemia y el confinamiento, más tarde llegaron las crisis en las cadenas de suministros, la guerra, la crisis energética y la cada vez más evidente emergencia climática.

Todo lo anterior, para el caso de la analítica de datos, se traduce en demandas a los expertos y especialistas en ciencia de datos que giran sobre información e interpretaciones racionales que soporten decisiones que están cada vez más en el borde, en el punto de no retorno. Para el verano del 2020 todas las prioridades pasaron por profundizar en una capacidad productiva que tenía gran parte de su pie de fuerza en remoto, pero un estudio de KPMG arrojó que el 67% de su muestra profundizó en planes de transformación digital y soluciones de inteligencia artificial.

La consultora IDC reveló en uno de sus estudios (en base a la Guía de Gasto Mundial en Big Data y Analítica), que, durante el 2021, el Big Data y el Data Science movilizaron 50 mil millones de dólares en Europa; es decir, un 7% más respecto al 2020. Las mismas fuentes hablan de un crecimiento del 11%, al menos, hasta el 2025. Naturalmente, esto producirá un significativo aumento en las necesidades de profesionales 100% enfocados al análisis de datos.

ANÁLISIS DE DATOS EN CADENAS DE SUMINISTRO

¿A dónde van todos esos recursos? Pues una parte muy grande va a todo lo que rodea a la cadena de suministros. Los cortocircuitos que hemos podido observar en el comercio mundial, con caos en los puertos, problemas en la generación de energía, expertos hablando de riesgos en las soberanías alimentarias de algunos países, etc., han logrado convertir al propio concepto de “estudio y análisis de la cadena de suministros”, con analítica de datos como principal herramienta, en un frente productivo en sí mismo.

Una de las cuestiones radica en que los distintos actores que intervienen en la cadena de suministros tienen una visión fragmentada de procesos caracterizados por su complejidad (donde un proveedor suele ser la punta de una larga estructura generalmente oculta a las demás). Lo anterior viene provocando un esfuerzo en análisis de datos que ataque toda la densidad de tales cadenas de suministro con el fin de hacer modelos de predicción donde se contemplen cambios en los precios, posibles crisis intermedias, etc.

De forma que el objetivo de visibilizar toda la cadena se encuentra inevitablemente con el análisis de datos y la inteligencia artificial, que son las claves para conservarse competitivos en coyunturas internacionales altamente inestables.

ANÁLISIS DE DATOS PARA LA SOSTENIBILIDAD

Hoy parece difícil hablar o impartir sobre liderazgo (político, organizacional, empresarial e incluso lo que en Psicología Política se denomina “liderazgo sobre el relato”) sin contemplar entre las variables el nivel de concienciación acerca de la conmoción social creada por la crisis ambiental. El propio liderazgo se ve comprometido sin una estrategia de gobernanza que explique cómo perseguir una mayor sostenibilidad, una de las vías para enfrentar el problema con el clima.
En sentido de lo anterior, la sostenibilidad ya no es una cuestión que interese solo a los departamentos encargados de edificar el relato corporativo. No, la forma como se ha comportado el clima, por nombrar solo uno de los más graves dramas de impacto social actuales, plantean otro escenario.

Tal escenario involucra modelos y simulaciones digitales, donde la dirección pueda estudiar distintas formas de enfocar la toma de decisiones con el fin de optimizar procesos y crecer en sostenibilidad. Por lo tanto, estamos refiriéndonos a análisis de datos. Ya no es posible separar la rentabilidad de la sostenibilidad (y ésta, a su vez, no puede reducirse a visiones de corto plazo).

Como consecuencia de lo anterior, eficiencia y sostenibilidad tampoco pueden separarse. La situación que hemos visto en este candente verano que aún no concluye demuestra que la riqueza también pasa por tener un lugar donde respirar.

Así, las aplicaciones del análisis de datos en todas las industrias son todavía algo en desarrollo. La tendencia parece indicar que los datos codifican las claves para reducir el consumo de energía, identificar y tratar residuos, reciclar, etc.

Naturalmente, esto no implica otra cosa que profesionales de máximo nivel 100% enfocados al análisis de datos, además, con conocimientos aplicados a la dirección y administración, como a los sectores estratégicos de la economía. ¿Quién iba a decir que la Estadística nos ayudaría a retomar el control del mundo?

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