Existe un ámbito del universo del análisis de datos que viene experimentando un interesante crecimiento en tiempos recientes: la gestión del recurso humano. Se estima que este sector no solo movilizará cuantiosos recursos durante los próximos años, además abrirá la puerta a nuevas e imaginativas formas de transformar los datos y la analítica masiva en ese tipo de información que se traduce en valor, nueva riqueza, etc.

Por una parte, el concepto e imagen que tenemos del “líder”, tanto en las organizaciones tradicionales como en el relato que acompaña a la cultura corporativa, viene experimentando modificaciones debido al proceso de toma de decisiones basadas en datos. Liderazgo y tecnología son cuestiones aliadas en la actualidad, debido a la acelerada digitalización de los procesos sociales. Pero cuando los dispositivos del liderazgo se cruzan con la gestión del capital humano, el análisis de datos comienza a aparecer acompañando a otras definiciones como rentabilidad, mejora administrativa y productividad.

El Big Data y el Data Science facultan el desarrollo de soluciones centralizadas para el análisis y la visualización de datos que permiten una edad nueva en la maximización de los recursos humanos. Y esto sin dejar de contemplar las demandas sociales generadas en torno a aquellos tipos de trabajo sometidos a altos criterios de productividad. La toma de decisiones basada en datos no solo permite el “tiempo real”, sino generar culturas organizacionales donde el todo se destaca por partes móviles susceptibles a la mejora continua.

Naturalmente, lo anterior implica una condición clara: el perfilamiento de la estructura productiva con la finalidad de canalizar datos para construir información realmente útil al siempre perseguido objetivo de mejorar servicios y productos (por ejemplo, gracias a la sencilla incorporación de la experiencia del usuario), el cual necesita y demanda cuadros profesionales 100% enfocados al análisis de datos.

Lo anterior quiere decir que la información y una mejor gestión de los equipos humanos va mucho más lejos que la simple “alfabetización en datos”. Las compañías y organizaciones necesitan de esa maestría estadística y analítica de un profesional formado para tal fin. De lo contrario la propia aplicabilidad de la información y su interpretación se vería comprometida.

Es decir, las operaciones que pueden hacerse con los datos para lograr una interpretación que apoye una cadena de decisiones con peso científico tiene que ver con la calidad de los profesionales en Big Data y Data Science implicados, específicamente con aquellos formados en programas superiores totalmente enfocados al análisis de datos.

En este sentido, el interés de los expertos y especialistas en recursos humanos por estos nuevos paradigmas tecnológicos permite la corrección a profundidad de todos aquellos errores tradicionalmente cometidos en la gestión. Esto se ve incrementado por las grandes transformaciones vividas por el trabajo en el mundo que conoció la pandemia. Las flexibilizaciones y soluciones tecnológicas que se vieron involucradas en el trabajo virtual hicieron evidente la utilidad del análisis de datos en la gestión de las personas y su capacidad productiva.

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